A medida que se prolonga la invasión rusa de Ucrania, Moscú se ve obligado a canalizar cada vez más recursos militares y económicos hacia su frontera occidental. En Tokio, voces conservadoras insinúan que la guerra podría dar a Japón la oportunidad de asumir el control de lo que los japoneses llaman los Territorios del Norte. Estas islas, estratégicamente situadas, son conocidas como las islas Kuriles en Rusia, y fueron tomadas por las fuerzas soviéticas en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial.
Moscú y Tokio han mantenido conversaciones sobre los islotes Iturup , Kunashir, Shikotan y Habomai varias veces en el pasado, pero no lograron ponerse de acuerdo sobre una solución. Esto llevó a que ambas partes nunca firmaran formalmente un tratado de paz para poner fin a la guerra.
El Japón de hoy no tiene previsto utilizar la fuerza militar para resolver el conflicto. Aun así, hay quien espera que el régimen de Vladimir Putin se debilite lo suficiente como para que puedan producirse cambios con incentivos diplomáticos y económicos.
Pero, incluso si el conflicto ucraniano se agrava hasta el punto de poner en peligro el control del Kremlin sobre la remota región, China, aliada de Rusia, podría tener sus propios planes.